Breogan & La Civilización Celta& Las Mouras.

                    
                                                                   BREOGAN

El pueblo de los Escitas, situado al norte del mar Negro, estuvo gobernado Fenius, Tataranieto  de Noé y uno  de los constructores de la Torre de Nimrod-Torre de Babel. Fenius envió a sesenta y dos estudiantes a  recorrer el mundo aprendiendo su lenguas . Su hijo, Nel , que nació en la Torre de Babel , se educo en le conocimiento de todas estas lenguas  y su fama de sabio era tan grande, que fue invitado a Egipto por el Faraon , donde residió y se caso con su hija Scota. Con ella tuvo un hijo llamando Gaedheal Glas , que dio origen  a la tribu de lo Gaedhil.
Sus descendientes recorrerán durante 300 años el mar Caspio , parte de Asia y el mediterráneo, Liderados por Brath y a bordo de 40 barcos llegaron a Tierras de Galicia y Portugal, donde vencieron a tres importantes tribus locales: Los Toisona, los Bachra y los Longbardoidh.
Brath tuvo un hijo llamado Breogán, el que actualmente figura en el himno gallego, que fue un gran conquistador de tierras en España tras muchas batallas y combates contra las duras tribus españolas.
Fundó la ciudad de Brigantia (que actualmente es A Coruña) y el faro, que ahora se llama “Torre de Hércules”.
Breogán tuvo 10 hijos, uno de los cuales, Bile, le dio un nieto llamado Golam, que fue educado “en todo tipo de sabiduría” y en las artes de la guerra.
Pero cuando llegó a la edad adulta decidió regresar a la tierra de la que partieron sus antepasados.
Entonces, con cuatro barcos partió hacia Escitia, pasando por Gatiam (Gadir/Cádiz?), las torres de Hércules, Sicilia, los mares Negro y Caspio, hasta llegar a las llanuras Escitas, que por
entonces estaba gobernada por el rey Reffloir.
El recibimiento fue caluroso y el Rey quiso que Golam se casase con su hija Seng, con la que tuvo dos hijos: Eremon y Eber Donn.
Pero con el tiempo, Golam llegó a gozar de más popularidad  que el propio rey, lo que causó la envidia de éste, que acabó retándolo a un duelo.    
Tras vencerlo, Golam se fue con los suyos, incluidos sus hijos, navegando por las costas de Asia hasta llegar a Egipto.
El recibimiento por parte del faraón Nectonebus no fue menor que el que le brindase Reffloir, y también lo casó con su hija Scota.
Allí permaneció Golam ocho años, teniendo con su nueva esposa una pareja de gemelos.
Entonces quiso Golam regresar a su auténtica tierra, junto a los suyos.
Embarcaron y llegaron a una Brigantia desierta.Breogán había muerto y las tribus sometidas se habían vuelto contra los goideles.
Golam reunió a los supervivientes, refugiados en los bosques y las montañas, e inició la contraofensiva,venciendo en cada Batalla.
Resultando, igual que su abuelo Breogán, vencedor en todas las batallas, por lo que recibió el nombre de Mil o Miled (que podía significar guerrero, exterminador o vencedor).

Y gobernó durante bastantes años, hasta que una enfermedad acabó con él  y le sucedieron sus hijos Emer Donn y Eremhon
Después las tribus volvieron a sus habituales hostilidades con más fuerza que nunca, por lo que los sucesores de Golam, sus hijos Emer Donn y Eremon, tuvieron que limitarse a defender los límites de Brigantia.
Entonces, Ith, otro hijo de Breogán, “experto y muy preparado en conocimientos” (sin duda un druida), una noche de noviembre vislumbró de algún modo una lejana isla y hasta ella embarcó junto a algunos hombres.
Esa isla era Irlanda, que por aquel entonces se llamaba Inis Ealga y estaba habitada por los Tuatha Dé Danann.
Estos, ya estaban alejados de la gloria de los viejos héroes de antaño y guerreaban entre ellos una vez que habían acabado con sus enemigos.

En la fortaleza de Ailech (en el actual condado de Donegal) encontró a tres reyes que discutían sobre cómo dividirse entre ellos la tierra de un cuarto, que había muerto.
Ith les encaminó a que depusiesen las armas y que disfrutasen la vida en aquella tierra en que vivían,tan fértil y con buen clima.
Los reyes creyeron entender en sus palabras un deseo de conquista, por lo que le tendieron una emboscada cuando regresaba a su barco, de la que resultó mortalmente herido.
Cuando se enteraron de esa traición, Los Hijos de Mil decidieron tomarlo como una declaración de guerra y se dispusieron a invadir la isla.
A la primavera siguiente partieron de Brigantia 5 barcos con 40 jefes guerreros, sus mujeres y servidumbre, entre ellos Amergin, hijo de  Golam.
Al llegar, un 1 de mayo, día decimoséptimo de la luna, los Tuatha de Danann se hicieron los ofendidos por ese ataque de improviso, por lo que Amergin determinó que se alejarían con sus barcos a una distancia de nueve olas (en la Galicia actual aún se conservan rituales relacionados con nueve olas) y después atacarían.
Entonces los druidas de los danianos provocaron una tormenta mágica que dispersó los barcos mar adentro.
Amergin consiguió parar la tempestad invocando al espíritu de la tierra de Irlanda, con quien se había comunicado con anterioridad.


          Así que  sus hermanos  plantearon dejar la decisión a Amergin.
Amergin decidió que él y sus hermanos  deberían regresar a sus naves y trasladarse a una distancia de nueve olas lejos de la tierra.
Si fueran capaces de volver a tierra otra vez a pesar de De Danann, ellos conquistarían el país.
En cuanto se trasladaron a la distancia fijada en el mar, los Druidas de De Danann provocaron una tempestad y la flota se dispersó.
Una flota se dirigió al Sur y luego al Noreste de nuevo.
La otra estaba en peligro debido a la tormenta así que Amergin, el poeta y estudioso de la flota, se levantó y pronunció una entonación druídica.
Al final de la oración, la tormenta cesó y los Milesianos desembarcaron de nuevo.
Era un jueves primero de mayo y el decimoséptimo día de la luna.
Entonces, Amergin puso su pie derecho en la tierra de Irlanda y cantó otro poema en honor de la ciencia que le da más poder que los dioses de donde vino.
Yo soy el viento que sopla sobre las aguas; 
Yo soy la ola del océano; 
Yo soy el murmullo de las olas; 
Yo soy el buey de los siete combates; 
Yo soy el buitre en la montaña; 
Yo soy una lágrima del sol; 
Yo soy la más hermosa de las plantas; 
Yo soy un valiente jabalí salvaje.
Yo soy un salmón en el agua. 
Yo soy un lago de la llanura. 
Yo soy la palabra certera;
Yo soy la lanza que hiere en la batalla; 
Yo soy el dios que crea o forma en la cabeza del hombre el fuego del pensamiento. 
¿Quién es el que ilumina la asamblea en la montaña, si no yo?
¿Quién conoce las edades de la luna, si no yo? 
¿Quién muestra el lugar dónde el sol va a descansar si no yo? 
¿Quién llama al ganado de la Casa de Tethra? 
¿A quién sonríe el ganado de Tethra? 
¿Por qué es el dios que forma encantamientos - 
- el encantamiento de la batalla y el viento del cambio?
Leabhar Gabhala
Entonces después de tres días y tres noches, los Hijos de Mile empezaron su primera batalla contra Tuatha De Danann en un lugar llamado Sliab Mis, hoy día Slieve Mish está en el Condado de Cork.
En un Manuscrito galés del Siglo XIV encontramos un poema similar atribuido al bardo Taliesin, mejor conocido en la Saga Artúrica como Merlin.
Yo he sido un águila
Yo he sido madera en el soto
Yo he sido una espada en la empuñadura
Yo he sido un escudo en la batalla
Yo he sido una palabra entre las letras.


Los dos cantos subrayan algunas creencias Druídicas y Célticas.
Esta ciencia divina, penetrando los secretos de la naturaleza, descubriendo sus leyes era un ser idéntico a estas mismas fuerzas y mantener esta ciencia era mantener la naturaleza en un  todo.
El poeta de hecho es la palabra de la ciencia, él es el dios que concede al hombre el fuego del pensamiento, el poeta es la naturaleza, es el viento y las olas, los animales salvajes y el brazo del guerrero.
Porque el poeta es la encarnación visible de la ciencia en forma humana.
Él no sólo es hombre, sino también águila o buitre, árbol o planta, palabra, espada o lanza.
Él es el viento que sopla en el mar, la ola del océano, el murmullo de las olas, el lago en el llano.
Él es todo esto por que él es el ser universal, porque él tiene la custodia del tesoro de la ciencia y hay pruebas de que posee este tesoro.
Por ejemplo, él sabe calcular las lunas, la base del calendario, por que él puede determinar las grandes asambleas populares.
La astronomía no tiene ningún secreto para él, también puede saber (nadie más lo hace) donde va a descansar el sol.
Él es la ciencia, es un poeta, es un soñador.
Él es El Soñador.


Todos se salvaron excepto Donn y los de su barco, que serían tragados por las aguas tras jurar aquel que mataría a todos los  habitantes de la isla.
Los Tuatha de Danann serían derrotados en Sliabh Mis y en Tailtiu, pasando los supervivientes a vivir en el sidhe, algo así como el mundo subterráneo al que se accedía a través de los dólmenes y otro tipo de edificios de la más remota antigüedad que había en las colinas.
Por su parte, los hijos de Mil quedaron gobernados por los hermanos Eremon y Eber Finn, que no lograron ponerse de acuerdo y se dividieron al personal y a la isla, quedando el norte para el primero y el sur para el segundo.
Y esta invasión sería la última, ya que no hubo ni plagas ni otros invasores (las invasiones vikingas y normandas fueron muy posteriores y muy parciales), por lo que aquellos Hijos de Mil, procedentes de Galicia , serían los antecesores de los irlandeses actuales.
                       

 Los Tuatha Dé Dannan
Eran descendientes  de  Neimhedh, pero se habian asentado en otra parte de Grecia ,en el norte , donde les fue mejor. alli se hicieron expertos en ciencias ocultas y magia, hasta el punto de que llegaran a ser considerados Dioses.La estirpe divina de Irlanda. su nombre significa : "EL PUEBLO DE LA DIOSA DANA"
Reuniron sus poderes en cuatro ciudades:
Gorias: De donde cogieron la lanza invencible de Lugh.
Findias: De donde tomaron la temible espada Caladbolg,que quemaba la mano de quien se apodersa de ella de forma indebida, y que se utilizara Nuadha.
Falias : Alli cogieron la piedra de Fail, que ruge qante aquel que sea el legitimo heredero al trono de Irlanda.
Murias: De donde se llevaron el caldero mágico de Dagda, capaz de saciar el hambre de todos sin vaciarse nunca.
Durante su estancia en Grecia , ayudaron a los atenienses en sus dispustas con los Filistinos,.Mas tarde, temiendo las represalias de éstos dicidieron regresar a Irlanda.
Una vez alli, desenbarcaron y quemaron sus naves para evitar la tentacion de huir  en caso de ser derrotados.
Se aprovecharon de su magia para crear una gran oscuridad, acompañada del humo de sus barcos, que les dio un aspecto fantasmal y les ayudo  en su ataque a los Fir Bolg, que habian llegado unos años antes, a los que derrotaron en la primera batalla de Magh Tuiredh



                                       LOS CELTAS:


Europa hace que los finales del Paleolítico 20.000 años tenían un muy distintivo de la escena de hoy. El último máximo glacial supone que las poblaciones se vieron obligados a ir al sur por el hielo que avanza. Esto significaba que buscan refugios glaciales, lugares donde el clima era más benigno y permiten que la vida humana. El Peninsular NW fue un importante retroceso de los glaciares que ha incorporado estas poblaciones. En el otro lado de Europa, los Balcanes y el Mar Negro también eran refugios glaciales similares pero los tres fueron aislados y se retira. La población de la NW P. Ibérica pasa por una población cuello de la botella, es decir, la población sufre un importante descenso. ¿Es este refugio donde se origina el gen R1B que hablar continuado. Al norte de Europa estaba bajo una gruesa capa de hielo y el nivel del mar era más bajo que el actual, que lo mantuvo alejado a 12 km de la costa presente 120m .. Irlanda fue cubierto por Manto llamado Phyto-escandinavo, que empecia vida humana. Las capas de hielo podrían suponer que el NW de P. Ibérica ha unido las Islas Británicas durante este período.

 Para NW Peninsular viene una población de plantas del País Vasco con el Rox marcador genético actual. Después de miles de años, produce una mutación y Rory marcador que sólo una parte de los gallegos han surge. Por lo tanto, en este momento existen haplotipos Dous: Rox y Rory. Gen de los Últimos, llamado "el gaélico haplotipo modal" es lo que Oppenheimer dice en el libro "Los orígenes de los británicos". Este gen está fuertemente ligada a los hombres irlandeses con nombres gaélicos.

 Hace 18.000 años llegar a ese máximo glacial, el hielo comienza a derretirse y los niveles del mar en aumento. La población del NW Peninsular da inicio repoblación Territorios N. Una parte de esta población se desplaza hacia las islas británicas por mar. La colonización del continente no es posible por una sencilla razón: (. En gallego Laberinto Diario de la ciencia) Citando al profesor Manuel Díaz Regueiro "La historia, todavía hoy, se narra de tal manera que evite el clima, los movimientos decisivos de las poblaciones europeas. Los principales ríos de Europa del noroeste de Europa se reunieron en un super-río en el Canal hace 20.000 años, según el conteo en Cambridge ". Es por esto que las personas tienen grandes dificultades para cruzar este río a pie por la ruta continental. También en barco, ya que la amplitud de la corriente y el río haría imposible su tecnología de tránsito del tiempo. También hay que tener en cuenta que la corriente oceánica llamada la Corriente del Golfo hoy favoreció el tiempo de tránsito de la península a las islas. Esta migración es, por tanto, bien definido, como resultado de los estudios genéticos se han sumado a dicho que el resultado del proyecto Nacional del Proyecto Genográfico geográfica / IBM liderado por Spencer Wells: "El análisis de ADN muestra Que los antepasados ​​de la mayoría de los irlandeses vinieron de la Península Ibérica, que se trasladó hacia el norte después la última Edad de Hielo, que se había despoblado Irlanda ". Por lo tanto, esta población del NW Peninsular llevó a las islas de su cultura, su lengua celta (gaélico precedente) y su religión. Siendo este el origen de las personas que llamamos celtas, cuya población se ha ido expandiendo desde nuestra Fisterra al N y E de Europa.


La reciente teoría Paleolítico Continuidad apunta a esta evidencia. Citando de nuevo al profesor Manuel Díaz Regueiro (Labirinto. Revista Gallega de comunicación de la ciencia p 41-40.): "En los años 90, tres arqueólogos y tres lingüistas, presentados de forma independiente el uno del otro, una nueva teoría de los orígenes de la Indo-Europea-como Teoría de la Continuidad de voluntad Uralic, que pidió a la continuidad ininterrumpida también los pueblos del paleolítico y lenguas indoeuropeas. Los tres arqueólogos y prehistoriadores son: la American Homero L. Thomas, el belga Marcel Otte, uno de los mayores expertos en el mundo del Paleolítico Medio y Superior, y el alemán Alexander Haurler, un experto en la prehistoria de Europa Central. Los lingüistas son: Mario Alinei, Cicerone y Gabriele Costa Poghirc. "El 'llegada misteriosa' de los celtas en el oeste de Europa, obligatorio desde el punto de vista de la teoría tradicional y la teoría de la discontinuidad del Neolítico (TDN) se sustituye por el cuadro indoeuropea de una diferenciación más primitiva del Celtic, entendida como un grupo más Europa Occidental. Está claro que Europa Occidental debe siempre haber sido pre-celta y la historia reciente de la cultura megalítica de Europa occidental desde el otro lado del recipiente de cultivo Vaso para colonizar La Tene-iba a ser celta. En consecuencia, la duración de la expansión colonial de los celtas era mucho más extensa que se pensaba y creció de oeste a este, y no en su lugar. "

 Durante miles de años la gente de los países-Celto Atlántico continúan interactuando después de la migración debido a su posicionamiento "geoestratégica". Esta evidencia es salientável lo largo de milenios, lo que dio lugar a la prof. André Pena Granha llamado Common Law o celta "Common Law celta."
Hay que destacar el hecho de que los irlandeses mantienen en esta forma la leyenda de la realidad histórica. Pero no sólo eso, porque de alguna manera vivido en el gallego Celtic genuina: una Gáltia. Tenemos la evidencia en el título Tartéssico la Edad de Bronce.
El lingüista especializado en Estudios Celtas John T. Koch descifró el tartéssica lengua como lengua celta. Un interesante título que pertenece a una lápida, descifrado por Koch dice lo siguiente:
 "La invocación de las personas Lúgoves Nereo, por un Kaltai / Galtai (= Celtia = Gal (i) tía) noble aún descansa en el interior. La invocación de todos los héroes, la tumba de Tasionos recibió "

Curiosamente dica profesor Moralejo "... que Callaecia tendria allegados en sus Información etimológica callo América" ​​callo "collis Y 'colina, en el (pre) griego colofón ... celtas Y Also in la etimológico Icono podía conseguir Opción * kel-. Algo Serian ASI como 'arrogante' (...) ". (Juan J. Alvarez Moralejo. Callaica En Nomina)
Los minerales, etimológicamente "varonil" eran un Treba galante. Plinio IV, 111 "Celtici cognomine nerii et Supertamarci, quórum en paeninsula tres dedicatae arae Sestianae Augusto" (Said Celtics minerales y In-Tamâricos, cuya península Sestianas tres altares dedicados a Augusto). Mela III 11. "Cetera Supertamarici Nerique incolunt y ultimi tractu" (aka, In-Tamáricos minerales y vivir en esta última región). Para el profesor Martins Higinio, minerales y Supertamâricos eran los mismos.


Todo esto para decir que esta vez ya había una estructura compleja en la sociedad gallega, que por lo tanto tenía una "conciencia nacional". Las relaciones se ajustan a una sociedad estratificada, a partir de las fortalezas que se agruparon las afiliaciones a los grandes reinos o confederaciones reinos tribales, llegando a tener un centro real, como en Irlanda. En ciertas épocas del año, especialmente Samhain (gallegos Samanos), Beltaine (Beltónios), Imbolc (Ambíwolka) y Lughnasad (Lugunastada) se reunieron en óenach (Oinaikoi); asambleas políticas, religiosas y judiciales, sino también con las características festivas. Estas reuniones se celebraron en lugares con distintas tribus sagradas y no coligados que habitaban o incluso grandes reinos. El más importante, el ombligo del Gáltia, lo que podría estar relacionado con el Gran Rey era Nemetóbriga. El equivalente gallega de Tara.
A ônfalon (ombligo) es un centro desde el que piensan que el mundo fue creado. En este caso el mundo de Galaicos: un Gáltia. Este lugar, el Axis Mundi, era un centro de comunicación entre el mundo humano y el mundo superior de los dioses. Pero también fue un retorno al centro, a los orígenes, para vincularse con devanceiros y de hecho por qué esto, este punto central se celebró la gran óenach, Oinaikos en gallego) de Gáltia. Citando a Manuel Almendro: "Así pues, el óenach representó un retorno a la unidad original y la recreación de la orden. Se sirve para mantener el simbolismo y el "status quo" (...) ". Era una vuelta a los orígenes, al principio de todas las cosas, una celebración y una representación del evento mitológico que dio lugar a la santidad del lugar. Fue un funeral del fallecido fundador y carreras juegos funerarios y concursos. En óenach en presencia de reyes, nobles y pueblo en general, el pasado cronológico y mitológico completo de esta nación fue conjurado por los druidas (en Gáltia llama Durbedes ". Este fue Nemetóbriga Omphalos (Ubicado en Trives) que a su vez convergentes las tres principales confederaciones: Los Oinaikos de Ártabroi, el Gróbioi y Austúroi que con la llegada del Imperio Romano dio paso a Conventos (= Oinaikos / óenach) Lucense, Bracarense y asturicense.
A su debido Nemetóbriga ser un montículo fundacional, como la de lo sagrado en muchos campos de nuestra tierra. Estos túmulos podían pertenecer a las familias de la élite gobernante. Eran una referencia para justificar su poder de la legitimidad devanceiro o héroe fundador. Es el caso de un montículo fundación Calcolítico de Nueva Cela cuya estela leen "Aquí yace enterrado lateron, hijo de celtiato" o incluso un título, probablemente relacionado con el guerrero Rubiães diciendo "Latronus Veroti Filius": "Ladron (la Lateronus, caminando a par de Príncipe de Treba), hijo de Veroto, cf Proto-celta * U (P) ERO> UERO> VERO "alto", "alto", "el más importante de América-tus sufijo-tomar comparación UERO Breo" Señor Cámara Alta "(André Pena Granha: Narao, un condado con una historia de su I. p 38). Hay que tener en cuenta que las magníficas estatuas eran originalmente galaicas sobre grandes túmulos diciendo: Esta es nuestra tierra porque nuestros devanceiros descansan aquí.
¿Y quién será el "héroe fundador" de Gáltia (= CELTIA) y los celtas (llamativo)? ¿Cuál es el origen de la línea de sangre galante?. Los galos afirmaban ser descendientes de "Dis Pater". Y si los celtas eran la Gáltia orgullosa y altiva era ... todos los niños serían "Altísimo", el "Dis Pater" el señor de arriba consolida, Bero-Pelea del hablar por el bien de la Antorcha Donão. ¿Cómo sería que los cristianos "son todos los hijos de Dios."
En la Antorcha de la Donão (Cangas do Morraço) encontró más de 170 altares votivos dedicados a un Deo Lari Breo-Bero Bero Breogoco o decir: "El Señor de la Cámara Alta (los muertos)," el señor de Bero-lucha alta ... fortalecer. Host es el dios, asociado con la palabra irlandesa Briugú y aparece en el título gallego como "Vestio Allonieco" (The Host de In (?)). Pero este dios tiene otros epítetos, incluyendo Cernunnos. El dios con cuernos, una regla de la adición. El Cuerno, como Hart, es también una promesa de la regeneración y la nueva vida.

Es como sostener el prof. André Pena Granha, "El dios de la tercera etapa (el sol)." Vidas donde se esconde el Astro Rey, en la paradisíaca isla donde las almas se dirigen: Tir Na Nog Tir Na Ambam, Ávalon, Beróbriga ...
Lateron decía ser el hijo de Celtiato (Flashy) para justificar su linaje y Latronus decía ser el hijo de Veroto (alto, alto o importante). Eso es por qué los celtas, entre los galos que descienden de Dis Pater dijo, eran hijos de "El Señor de la Alta Empower" creador de la cepa, la cepa de Gáltia.
... Y que el Sr. Bero Bero-Breo o Breogoco no es otro que al Lebhar Gabhâla Érenn se conoce como Breogan.
Con razón gallega Anthem, escrito por Eduardo Pondal, se conoce como Nuestra Tierra "Fogar de Breogan" o "Nación de Breogán".




El director del Instituto de Estudios Celtas, Ramón Sainero, avala las nuevas corrientes que aseguran que un pueblo, “se llamen celtas o no”, crearon una lengua, la actual gaélica, que avara la Europa Atlántica.
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El director del Instituto de Estudios Celtas, antes de participar en el congreso.

“Son unos pueblos que tienen una conexión por su ADN, que incluye a los ingleses, escocesas, galeses, irlandeses, españoles y portugueses”, y que tendría su origen en el suroeste de la Península Ibérica, en el siglo VII antes de Cristo, en el antiguo reino de Tartessos, donde se encontrarían “los orígenes de la lengua celta primitiva”.

Lo ha destacado en el VII Congreso Transfronterizo de Estudios Celtas España-Portugal, celebrado el fin de semana en el Centro Asociado de la UNED. Sainero señala en esta misma dirección que existen signos de escritura en Tartesos “idénticos a las runas que aparecen en Irlanda, Inglaterra, Escocia, Inglaterra o la zona occidental de Alemania o Escandinavia”.

“Unos signos idénticos tienen que tener una relación con estos otros signos tartesos y rúnicos”, ha señalado antes de echar mano de estudios de expertos de las universidades de Oxford y Gales, para señalar que “las lenguas celtas primitivas del occidente atlántico, no están en centroeuropa, sino en la Península Ibérica”.

Más rastros
En este contexto, ha recordado que Ávila es el lugar de la península donde más rastros arqueológicos o históricos se han encontrado conectados con este mundo llamado celta.

El director del Instituto de Estudios Celtas ha subrayado que “ese núcleo primitivo del mundo celta originario de Centroeuropa no se sostendría si realmente los orígenes de esas lenguas celtas primitivas están en la Península Ibérica”.

Frente a Alemania
Según Sainero, “está muy claro” que las lenguas celtas habladas y de las que existe rastro de ellas han estado en las Islas Británicas, Francia y Península Ibérica”, no en las zonas donde “se considera que se creó el mundo celta”, en referencia a Austria o Suiza, ya que en estos países “no hay rastro de que se haya hablado una lengua celta y en Alemania tampoco”.

El VII Congreso Transfronterizo de Estudios Celtas España-Portugal ha analizado la idea de “crear una cultura propia de estas gentes de la Península Ibérica, Francia, Italia y Grecia”, para “poner en marcha una cultura mediterránea”, a través de la unión de esta primitiva cultura celta, con la de los latinos y griegos “frente al poderío germánico que está machacando la Unión Europea”.

Sainero propone crear un “bloque cultural, intentando “contrarrestar la mayor influencia alemana”.


Los Celtas Introdujeron el hierro en el continente  europeo y tenían un completo sistema legislativo que disponía de derecho civil , penal, matrimonial y sucesorio.
Su sociedad estaba encabezada por Reyes y Druidas.
El Rey era el jefe supremo de los guerreros, pero en las asambleas estaba supeditado al Druida, tomando la palabra cuando el lo Autorizaba.
Los Druidas constituían una clase sacerdotal con mucho poder en la estructura social. Participaban activamente en la vida Política, social, jurídica,cultural y religiosa del pueblo, formando junto al Rey la cabeza del poder.
Los Druidas,  solían hacer sus ceremonias no en templos, sino bajo la protección de los bosques.
Los escritos hallados nos permiten calificarnos como hombres muy sabios, que sabían leer y escribir, que conocían tanto el celta (en sus variantes) como el Griego, que eran muy respetados entre nuestro pueblo , y cuya función principal era relacionar el alma de cada uno con lo inmortal.
Iban siempre provistos de una hoz de oro y de muérdago recién cogido. Y es de destacar que en sus prácticas religiosas ofrecían sacrificios; los humanos eran los más valorados.


Conocíamos los celtas muchas deidades y símbolos para venerarlos, pero entre ellos, según Diodoro, destacaba Lugh, Dios de la tierra, artes y oficios, al cual se le dedicaba un festival en Lugnasa (I mes después del solsticio veraniego) conocido como Mercurio entre los romanos y Marte, el Dios Ares romano, señor de la guerra, y al cual se le ofrecían sacrificios humanos.


Los Druidas Cuidaban del culto divino, ofrecían los sacrificios públicos y privados; hacían de jueces en la mayoría de las querellas.
Practicaban la adivinación por el vuelo de las aves y los movimientos convulsivos de los prisioneros, sacrificados con tal fin.

Desarrollaron un sistema de Conocimiento de la personalidad relacionando la posición de las estrellas en la fecha de nacimiento con los árboles sagrados de su religión druídica.


Los druidas conocían a la perfección los secretos de estas criaturas vegetales y se inspiraban en la magia arbolaria estacional para crear un horóscopo que ayudaba al hombre a conocer su carácter.

Pero eran los sacrificios humanos los que constituían uno de los rasgos principales de sus fiestas.

Las víctimas eran empaladas, aseteadas o quemadas vivas dentro de grandes jaulas de mimbre.

Los emperadores romanos reprimieron enérgicamente estas costumbres.

Creían en la transmigración individual, que dentro de la metempsicosis significa pasar una alma de un cuerpo a otro.
Consideraban sagrados el roble y el muérdago, que  cortaban con una hoz de oro, revestidos de blanco y coronados de hojas de roble.
Eran maestros de la nigromancia (adivinación del futuro evocando a los muertos) y de las artes ocultas, y practicaban el hipnotismo.



Sus casas, según algunas tradiciones, eran toscas chozas en forma de colmenas.

Existían entre ellos sacerdotisas, que se pintaban el cuerpo de negro durante las ceremonias religiosas.

El siguiente lugar en la escala social lo ocupaban los Guerreros,de espíritu valeroso, su creencia en la reencarnación  y en otra vida, hacia que se enfrentaran en la batalla sin el mas mínimo temor a la muerte.
Buscaban la lucha cuerpo a cuerpo ,utilizando emboscadas  y tácticas de guerrilla, pero carecían de estrategia militar. Preferían morir a ser derrotados y cortaban la cabeza de sus enemigos en reconocimiento a su valor, pues para ellos , en la cabeza estaba el espíritu del hombre y en ella residía su fuerza y su coraje.
En caso de necesidad , también las mujeres luchaban  caracterizándose por su valor.
Después estaban los artesanos, encargados de fabricar las armas y todo tipo de objetos y utensilios.
A continuación estaban, los hombres libres, el pueblo formado por comerciantes , ganaderos y campesinos.
Por ultimo los exclavos, que solían ser prisioneros.
Por su extensión la cultura Celta alcanzo una gran importancia , hasta que a partir del Siglo II a.C.los pueblos germanos empezaron a ejercer una fuerte presión militar por el norte y los romanos por el sur. La Galia es ocupada y una gran parte del territorio Celta absorbido por el Imperio Romano.Aun así , mantuvieron la adoración a sus Dioses hasta que el Imperio adopto la Fe Cristiana.
Pero el Cristianismo ayudo a mantener el legado Cultural Celta, transmitido oralmente de una generación a otra.
A partir del siglo a.C. los monasterios recopilan las antiguas leyendas , que han podido quedar hasta nuestros días.
Los grupos que habían llegado a la Península Ibérica se fusionaron  con los primitivos asentamientos ibéricos, dando lugar a la cultura Celtibérica.

Todas las lenguas indogermánicas, como el alemán o también el español, son parientes de la lengua celta.
La palabra celta significa, originalmente, "héroe"
En este sentido, se dice que el timbre oscuro y el sonido semi-nasal en el portugués y gallego tienen su origen en la lengua celta.

Plinio, escritor romano, dijo de los gallegos que fuimos numerosos pobladores, valerosos, inteligentes y aptos para el progreso, cultivando nuestros conocimientos de los grandes pueblos, siquiera sea en sus comienzos y en su vida primitiva.

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Enlace "El libro de las invasiones"

Libro de las invasiones"  de  LEABHAR GHABHÁLA  es un importante manuscrito irlandés del Siglo XII , que fue redactado en Gaélico en el monasterio de Terriglas; en el se narran las  diferentes invasiones que sufrió la isla de Irlanda hasta su conquista por los hijos de Mil : descendiente de Breogan, fundador de la Ciudad de Brigantia-La Coruña, y que reconstruyo la torre de un antiguo Faro "Tor  Breoghán" hoy conocida como la "Torre de Hercules".


                                                Las Mouras







 En la mitología gallega, las mouras (también conocidas con diversos nombres como madamas, donas, encantos, hadas, etc.) son mujeres bellísimas de cabellera rubió (aunque tirando a rojizo), ojos azules, piel blanca y vestidas de blanco, que habitan en las fuentes, ríos, castros, mámoas y ruinas de antiguos monumentos, en donde guardan valiosísimos tesoros. Son seductoras y? encantadas, teniendo grandes cualidades para el baile y la composición e interpretación de canciones. Tienen la capacidad de adoptar formas diversas, pero ellas prefieren la de serpiente o culebra. Se sientan a orillas de los manantiales, fuentes o ríos, donde lavan, tejen, hilan donde peinan sus largos cabellos con peines de oro. Prometen tesoros y grandes riquezas a quien rompa su hechizo.Les gusta aparecerse al lado de su morada en pleno día en esta forma (sobre todo el día de San Juán). Si un hombre las ve, es seducido por ellas, y la única forma de que ella también se enamore de este humano, es rompiendo el encantamiento que pesa sobre la moura, besándola o haciendo el ritual que ella le indique. Si logra romperlo, conseguirá desposar a la moura, ahora, roto el encanto, convertida en una hermosísima moza, y poseer el tesoro que esta guardaba. Todas las mouras tienen muchas riquezas, entonces el que se despose con ellas será rico y la buena suerte estará siempre con el. Las Mouras, aunque comparten nombre y aparecen a veces como sus mujeres, son criaturas bien diferentes a los Mouros, tanto en el color de la piel y personalidad. Son realmente dos seres completamente distintos


 

                                  Los Celtas y las cabezas humanas



No se llega a un acuerdo histórico, sobre cuándo los celtas comenzaron a cortar las cabezas de sus enemigos, pero estos trofeos eran llevados en las monturas o se los exhibía en las puertas de las casas.
Eran embalsamadas para su mejor conservación y hasta se hacían vasos con las calaveras, de los que se bebía en los banquetes.
Los celtas creían en la eternidad de la vida y la cabeza se consideraba el lugar del cuerpo donde se alojaba el alma, así se le impedía al contrario alcanzar la inmortalidad, además de transferirle su poder al vencedor.
La familia del difunto, generalmente ofrecía todo tipo de valores con tal de recuperar la cabeza de manos del enemigo, pero eran trofeos demasiado estimados como para aceptar negociaciones.
De ahí que las cabezas cortadas aparecieron luego en las monedas celtas.
Los grandes héroes pedían a sus compañeros que, de caer en la lucha, ellos mismos los decapitaran y llevaran su cabeza de vuelta a casa.



                                              El matrimonio Celta

Escrutar y estudiar aspectos concretos de la sociedad celta y profundizar en las relaciones sociales de sus componentes y abreviadamente de la mujer dentro de dichas estructuras, es una tarea ardúa y resbaladiza pues no existe demasiada información, al menos en lengua castellana.
Amparado por la tribu, el clan y la familia, se convirtió en un acontecimiento importante, en muchas ocasiones místico-espiritual, en la vida de los antiguos celtas.
Autores clásicos, griegos y romanos, nos relatan como las mujeres celtas poseían el privilegio, por el cual aquellas féminas podían escoger su pareja ante el Matrimonio y de rechazar cualquier imposición matrimonial.
Como acto social y tribal, entre los celtas, cuando una muchacha entraba en una edad considerada apta para el casamiento, se organizaba un gran festín, al que se invitaban a todos los jóvenes solteros, la muchacha en un acto ritual con un profundo sentido místico escogía al que ya había elegido previamente, en recíproca correspondencia, y le ofrecía agua para que el joven se lavara las manos, este protocolo era el abierto compromiso ante parientes y tribu en general de que ambos se amaban y deseaban enlazar sus vidas con el rito matrimonial.
Podríamos equipararlo a la actual, pero ya algo en desuso “petición de mano”, con la particularidad de que era la mujer celta y no el varón quien hacíala petición.
En otros casos era la mujer quien era cortejada, pero pudiendo desdeñar a todo pretendiente que no le satisfaciera, fuera cual fuera la posición social de éste.
Entre los celtas galeses, y más concretamente entre los que habitaban en la zona de Gwynedd, el ritual era semejante, si bien la edad óptima para acceder al matrimonio era entre las muchachas, la de 12 años y entre los varones de 14.
Edades en las que se consideraba que ambos sexos, eran ya responsables de sus actos, cesando la tutela paterna y adquiriendo los derechos para poseer bienes, el varón a esa edad entraba ya en la clientela del jefe y era apto para la vida militar.
Al parecer, los antiguos celtas consideraban a las mujeres más adelantadas en adquirir madurez mental, más aventajadas en adquirir madurez física y más prontamente evolucionadas para tomar responsabilidades sociales y alcanzar antes mayor conciencia espiritual.
Cuando se celebraban los esponsales, todos los parientes de los dos contrayentes estaban presentes, puesto que el acto de abandonar una familia para formar otra, era un hecho de suma importancia para que la colectividad se abstrajera, había previamente un acercamiento y unos acuerdos entre las familias de los futuros conyuges en los que se fijaba la dote, sin importar la clase social a la que pudieran pertenecer.
El hombre que se casaba debía aportar la dote, pero la mujer debía aportar igualmente en las mismas condiciones y cantidad, en caso de viudedad, cualquiera de los desposados que sobreviva al otro, solo podía disponer de su parte, mas el producto o beneficio de esa comunidad debienes.
En Irlanda y Bretaña, ocurría lo mismo, pues el hombre que se desposaba, debía aportar la Coibche o especie de precio simbólico por su futura esposa, en este caso, ésta iba destinada al padre de la pretendida, pero solo si la mujer se casaba por vez primera, si era el segundo matrimonio de la mujer, el padre únicamente recibía los 2/3 de la dote y el tercio sobrante se lo apropiaba la pretendida, si era su tercera boda, el padre solo recibía la mitad y la novia el resto y así sucesivamente, si el padre ya había fallecido, este derecho recaía en el hermano mayor de la desposada, pero solo tena derecho a la mitad de lo que le hubiera correspondidoal padre.
En el Libro de las Invasiones irlandesas, la polémica que se plantea entre Fer y Fergnia, hermanos, hijos de Patholan, éste tuvo de su esposa tres hijos: Fer, Fergnia y Rudraige; y doshijas: Iain y Ain. Fer se casó con Ain y Fergnia con Iain, el matrimonio era entonces una transaccin comercial, las mujeres se vendían aunque fuera en la leyenda y simbólicamente.
En el primer matrimonio, el precio de dicha venta o dote perteneca íntegramente al padre, si este no había muerto. De lo contrario, una mitad era para el miembro de la familia que hubiese recibido la herencia del padre y fuese el jefe de la familia, y la otra mitad para la mujer que se casaba, el problema surgió cuando se tuvo que establecer cual de los dos hermanos debía ejercer el derecho de jefe de la familia y percibir la mitad del precio o dote de sus hermanas. Muerto Partholan, como no llegaron a un acuerdo recurrieron a las armas para solventarlo, este fué el primer duelo judicial con sus consecuencias violentas, que tuvo lugar en Irlanda.
Algunos autores citan antiguas leyes que hablan de que la Coibche poda ser pagada en cómodos plazos anuales.
La mujer celta irlandesa no entraba en la familia del marido, ni perdía su capacidad legal de tener bienes propios, podía litigar en un caso legal, podía ser titular de derechos y demandar a sus deudores como no ocurría en la sociedad romana contempornea, dentro de estas leyes, por el contrario si su consorte era asesinado, no era ella la beneficiaria de la compensacin debida, sino que esta era recibida por la familia de su esposo, en la sociedad germanica tampoco la mujer podía heredar, a causa del conocido privilegio masculino que desembocó en el derecho de primogenitura y en la famosa Ley Sálica, la que excluía del trono a la mujer y sus descendientes.
Pero la mujer celta irlandesa tambien hacía su aportacion al matrimonio mediante otra dote, que era llamada tinnscra, o conjunto de regalos que sus parientes le habían obsequiado, estos presentes eran propiedad personal de ella y aún en caso de disolución de los lazos matrimoniales, fuese por muerte del marido o por divorcio nunca perdía esas pertenencias.
En Gales, el método seguido era parecido, la coibche irlandesa se denominaba “gobyr” y la mujer hacia su aportación dotal que recibía el apelativo de “argweddy”.
El término "luna de miel" se originó entre los celtas de Gales, donde los recién casados se retiraban, cuentan las leyendas, por varios días a observar la luna y comer dulces de fruta y beber hidromiel, como actos rituales de una alianza entre iguales, que debía comenzar con los mejores augurios y de la mejor manera posible.
En cuanto a la disolución matrimonial o divorcio, realmente era de una facilidad sorprendente, incluso para las sociedades actuales.
Como primera consideración, se debe resaltar que el matrimonio entre los celtas no era de carácter obligatorio, pues se reconocían igualmente, lo que hoy llamamos “parejas de hecho”. Como segunda consideración, debemos tener en cuenta que era más un contrato social sujeto a ciertas cláusulasque un acto religioso.
Si esas condiciones eran incumplidas por alguno de los cónyuges, dicho acuerdo caducaba.
Como tercera consideración consta que esos lazos conyugales reposaban sobre la libertad de los cónyuges, de manera que era más una unión libre protegida por las leyes y que en cualquier momento podía dejar de tener vigencia.
Pero el divorcio entre los celtas distaba mucho de ser el típico repudio a la romana, donde era el hombre quien ejercía este privilegio.
Incluso en la primitiva sociedad romana cristianizada, en la cual los pudientes alegando falsas razones de consaguinidad o de incapacidades femeninas para alumbrar hijos varones ejercían el mencionado derecho romano, la mujer, de nuevo, era la perjudicada, e incluso castigada si era hallada adúltera, cosa que no ocurría con el hombre que cometía adulterio, al cual se le permitían esos deslices.
El divorcio celta por el contrario emplazaba a ambos cónyuges en la más estricta igualdad y por supuesto no castigaba a ningún adúltero, tan solo se concedía el divorcio, ahora bien, como hecho diferencial, se admitía la poligamia y poliandria, la admisión no significaba que todo celta la practicara, sino que era permitida legalmente por quien deseaba practicarla y siempre con pleno consentimiento del cónyuge. En Irlanda este concubinato o casamiento contractual, expiraba coincidiendo con alguna de las grandes festividades druídicas, en el caso de concubinato se contrataba a una segunda, tercera o más mujeres por un año, y recibían el nombre de “ben urnadma”, dicho contrato podía ser renovado al cabo de ese tiempo y también debía contar con la aprobación de la primera esposa. Si ésta no daba su consentimiento y el hombre persistía en su intención, era tal hecho, motivo de divorcio, de todas maneras este concubinato amparado por las leyes, no mermaba en nada los derechos de la primera mujer o de la esposa legítima, llamada “cet muinter” o matrona, la cual conservaba sus privilegios e incluso estaba por encima de las concubinas, las cuales le servían de soporte y ayuda en las diferentes tareas que la matrona debía asumir.
Si el hombre celta irlandés se casaba con una nueva mujer, sin haberse divorciado de la anterior, o con su consentimiento, la “coibche” se concedía a ésta, en vez de ir a parar a la segunda o a sus parientes, de igual manera, si ocurría una reconciliación tras el divorcio, el hombre debía pagar una nueva “coibche”.
En realidad había numerosas razones para divorciarse, según las leyes célticas, desde las injurias o insultos hasta el mal aliento, aunque parezca gracioso.
Pese que el hombre como tal era, el jefe de la familia, del clan o de la tribu, no en todos los casos pero sí en la mayoría. Dentro de la pareja, esta autoridad, era más ambigua, en Irlanda las leyes amparaban casos bien diferenciados del papel de cada cónyuge dependiendo de sus respectivas fortunas.
En las leyendas irlandesas hay un claro exponente de ello, en el conocido relato de la pareja, Medb reina de Connaugth y su esposo Ailill que desemboca en una guerra abierta contra el Ulster, contada en el “Tain Bó Cualinge” por la posesión de un toro que si pasaba apropiedad de dicha reina sobrepasaría la fortuna de su esposo y, por tanto, conseguiría también la autoridad en su matrimonio, en los casos en los cuales la mujer tenía toda la autoridad, que confería la ley dentro de la pareja, el hombre recibía el apelativo de “fer fognama” u hombre de servicio.
También tenemos el caso de Castimandúa, reina polémica de los brigantes y amiga de Roma, quien rechazó a su esposo Venutio, que también era de sangre real, pero bajo su autoridad, éste acaudilló una revuelta contra su propia esposa para apoderarse del trono, amigo y aliado de los romanos recurriendo la reina estos para sofocar la revuelta y mantener el poder, alrededor del año 70 se casó de nuevo, con su escudero Vellocato, produciéndose una nueva rebelión contra ella y teniendo que ser rescatada de nuevo por los romanos.
Pero ni en estos casos, ni en los casos de poliandria o poligamia, la pareja del cónyuge se veía menospreciada socialmente. La sociedad pagana celta no conoció afortunadamente el concepto de pecado hasta la invasión espiritual cristiana. Por lo tanto, ni en el matrimonio, ni en la sexualidad, ni en el amor, conceptos que podían ir ligados entre sí o no, se admitía en esas combinaciones la noción cristiana de escándalo social o pecado religioso condenado por un dios. En primer lugar, porque los dioses celtas, sus actos e interacción entre ellos mismos eran reflejo de la misma sociedad que pensaba en ellos.

                                                 Alianza de sangre


Si bien es una costumbre de todas las civilizaciones indoeuropeas, los celtas hicieron de ésto un ritual establecido.
Los jefes irlandeses sellaban las alianzas entre sus clanes bebiendo las gotas de sangre que extraían de sus brazos.
Era un pacto solemnne que debía ser respetado ya que de lo contrario, era considerado como una traición a la propia raza.
El culpable era repudiado por toda la tribu y luego de reparar el daño que hubiera causado, era desterrado. 

La Cruz: Su Verdadero Origen y Como Los Cristianos de Adueñaron de Ella



La cruz, símbolo por siglos asociado al cristianismo, relacionado directamente con su "salvador" que murió en esta por "nosotros" según ellos, la llevan en el pecho a modo de colgante y le han rendido culto por siglos. Los cristianos la han hecho suya.
¿Pero lo será realmente?
Pues la verdad es que no, en realidad la cruz en un antiguo símbolo de las culturas paganas y el más antiguo hallazgo encontrado data aproximadamente de 10.000 años a.C, encontraron unas cruces grabadas en pequeñas piedras de arcilla que se supone cada una contenía el alma del difunto. La misma cruz que adoran los cristianos era el mismo objeto de adoración de los pueblos paganos siglos antes del cristianismo y tenia una representación mas bien cósmica que divina.
Los celtas e incluso los fenicios le rendían culto a este símbolo marcándolo en sus monumentos mucho antes de que llegaran los cristianos, también en Mexico la adoraban siglos antes de que los misioneros católicos pisaran sus tierras.
También los Griegos reconocían la cruz como un símbolo de divinidad antes de la era cristiana como por ejemplo Baco el cual llevaba en su cabeza una banda cubierta con cruces.
Más tarde la cruz celta llegó a simbolizar los 4 caminos de las esquinas de la tierra, donde la unión de los 4 puntos formaban una cruz y el punto central significaba el centro del mundo. El centro también representaba el origen de la vida, el nacimiento de los 4 ríos místicos y las cumbres de las montañas del mundo.
También hay datos de que los druidas hacían uso de este símbolo. El estudioso del s. XIX Thomas Maurice, en su obra, "Las Antiguedades Indias", hizo una extraordinaria observación acerca de la importancia de la cruz en la adoración que los druídas a la naturaleza, el escribió:
"Los druídas tenían la costumbre de seleccionar al más majestuoso y hermoso árbol como un emblema de la deidad. Cuando se cortaban las ramas de los lados, ellos juntaban 2 de las ramas más largas en la parte más alta del tronco, de manera que esas ramas se extendieran a cada lado como los brazos de un hombre. Junto con el cuerpo, ellos presentaban esto como una gigantesca cruz, y en la corteza del mismo árbol en muchos lugares estaba grabada la letra T".
El origen de la cruz utilizada por los cristianos tiene su origen en la letra "T", Donde esta letra era el símbolo de Tamuz, un antiguo dios de los caldeos y egipcios. Tamuz era el hermano de la diosa de la fertilidad Ishtar quién ahora es inconscientemente adorada por millones de cristianos. La "T" es también muchas veces nombrada como "el signo de la vida"
La iglesia fue paulatinamente dejando entrar a los paganos dejando que conservaran sus símbolos es de esa manera que los cristianos comienzan a adueñarse de ellos.
Así que cuando vean a algun cristiano con una cruz no la miren con odio o un símbolo de una religión diferente a la suya, solo recuerden que es nuestra.
Para terminar el tema de la cruz es necesario plantearse otra pregunta que es clave para entender como el cristianismo de apoderó de este antiguo símbolo pagano:
¿Cómo llegó a ser cristiana?
Para responderla debemos remontarnos al Imperio Romano, año 306 d.C cuando Constantino obtuvo el poder tras la muerte de su padre, el Imperio estaba bajo una tetrarquía donde Constantino gobernaba el occidente y competía con su cuñado que tenía el Imperio del Oeste.
Para esas fechas los cristianos ya habían sido perseguidos durante siglos, pero a pesar de eso ellos siguieron en pie y con un núcleo altamente corrupto y en corto tiempo comenzaron a crecer en número y fuerza. Es por esto que Constantino se dio cuenta de esto y declaró que la iglesia era una institución política de cuidado.
Más tarde las hostilidades entre Constantino y su cuñado hicieron explosión y llegaron a un enfrentamiento que tuvo lugar en el río Tiber.
Existen varias versiones que cuentan lo que pudo haber ocurrido con Constantino en aquella batalla: una de ellas es que tuvo un sueño en el cual vió una cruz en el cielo que probablemente eran las letras griegas "chi" y "rho" (las 2 primeras letas de Christos) luego vió u oyó estas palabras "por medio de este signo conquistarás". El historiador Eusebio escribió que esto lo vió durante el día y que no solo lo había visto él si no que también su ejército fue testigo de aquello, también escribió que Jesús se le apareció al día siguiente y le aconsejó que pusiera aquel símbolo en los estandartes de batalla de su ejército. Sea cierto o no Constantino ganó la batalla y le atribuyó la victoria al dios cristiano. Después de esto vino su transformación al cristianismo pero esto fue solo de nombre ya que nunca dejo de rendirle culto a sus dioses, ya que en sus monedas tenía el símbolo de una cruz con sus brazos equidistantes, este era el más antiguo símbolo religioso y le rendía culto al dios Sol, la cruz estaba encerrada dentro de un círculo y representaba el calendario solar, marcaba los solsticios y los equinoccios.
Luego de la victoria, Constantino forma una alianza con el Imperio del Este y conjuntamente lanzan el "Edicto de Milán", el que promueve la tolerancia religiosa y con esto establece el domingo o sun day (en inglés) como dia de adoracón al sol. (El hecho de que la iglesia haya aceptado el día que estaba encima del sabbath demuestra lo corrupta que es.)
Una vez que Constantino obtuvo el poder de toda Roma, tuvo más control sobre la iglesia y paulatinamente Roma se fue conviertiendo al cristianismo.
Otras de las razones fue la misma iglesia que, ya con toda la corrupción, estaba inundada de influencias paganas porque gracias al respaldo de Constantino comenzó a reclutar paganos convertidos: primero unos pocos y después la cantidad fue aumentando a miles.
Finalmente, la inserción de personas fue demasiada y la iglesia perdió las esperanzas de que los paganos se convirtieran completamente al cristianismo dejándolos que siguieran portando sus símbolos, pero con la finalidad de apoderarse luego de ellos.
Es así como la antigua cruz que representaba la pureza y la fuerza del sol fue paulatinamente tomando un significado sucio y lleno se sangre, pero pase lo que pase ellos saben que no es suya.


                                           Tradiciones: Samhain



Llegamos a la Noche del Calendario de Invierno, más conocida como Samhain o en galés como "Nos Calan Gaef".
En el hemisferio Norte, el calendario gregoriano señala el 31 de octubre y en Hemisferio Sur, señala el 30 de abril.
En nuestro calendario celta representa la conjunción entre el Agua y la Tierra.
En esta época, final del modo Samos y principio de Giamos, nuestros antepasados ya habían regresado con sus rebaños de ganado de los verdes pastos veraniegos.
Entre nuestros antepasados celtas, una de las formas de riqueza, se hallaba en los rebaños y daban una importancia primordial a todo lo relacionado con sus animales.
En la fiesta que seguía aquellos animales que por su excesivo número eran difíciles de alimentar durante el invierno, eran candidatos al sacrificio, una ofrenda especial para los espíritus de la Tierra en pago por su protección y cooperación durante el período de Samos y como retribución adelantada para asegurar el crecimiento de los cultivos y de los rebaños en el ciclo siguiente, de esta manera el sacrificio a la vez útil y religioso era un acto de homenaje a las divinidades, cuando la energía de la vida simbolizada por la sangre de sus animales, se filtraba por la Tierra.
La tradición céltica indicaba en esta época, que toda cosecha debía estar levantada, pues cualquier grano que hubiera quedado en los campos ya no pertenecía a los humanos, sino a la "Cailleach".
La "Cailleach" era un hada vieja de aspecto poco agraciado, aunque se la conoce con otros nombres, éste escocés, es el que más ha trascendido.
En Eire era la "Cally Berry", en Inglaterra "Black Anis", en Cornwall "Cailleach Corca Duibhne", en la Isla de Man "Cailleach ny Groamch" y en Gales "Cailleach Bolus".
La llegada de la Fiesta indicaba que el año agrícola había terminado y por lo tanto toda tarea o actividad de Samos, había que abandonarla para dar paso a las nuevas tareas, acciones y actitudes.
El contrato que la tribu tenía con la Tierra, en cuanto a los beneficios en frutos que ella daba, promocionada por las divinidades, ya había vencido y no se renovaría hasta Imbolc.
La Fiesta de Samhain, la fiesta más solemne, la fiesta de los muertos, de los muertos del ciclo pasado se iniciaba en la víspera y como en la de Beltane, su opuesta, se encendían hogueras en las cimas de las colinas aunque en esta ocasión era en el crepúsculo, en la oscuridad.
El ganado, -riqueza celta- se conducía hacia la hoguera principal con el fin de iniciar el ritual de protegerlo y bendecirlo con su paso por entre las llamas y el humo.
En los cuentos y leyendas celtas se relatan historias de cómo los pueblos de Sidhe, es decir, el pueblo feérico también celebraba Samhain, o mejor dicho, lo patrocinaban, pues también era su Fiesta.
Dicen algunas leyendas celtas que las hadas en esta fecha podían tomar maridos mortales y todas las grutas y túmulos que daban acceso a su mundo permanecían con sus senderos, antes casi impenetrables, accesibles para los mortales más osados que quisieran echar un vistazo a su fabuloso Mundo encantado.
Cuando comenzaba el banquete, algunas tribus tenían por costumbre dejar un hueco entre los comensales para los fallecidos que quisieran unirse al banquete. Este gesto era algo más que reverencia por los fallecidos y antepasados, era la firme creencia de que no había demasiada distinción entre el mundo visible de los vivos y el invisible de los muertos. En otras tribus se creía que en esta primera noche venían muchos visitantes del Otro Mundo, algunos incluso que no habían sido invitados a la esfera humana, aún y así la hospitalidad que se imponían nuestros antepasados rebasaba la acogida. Se abrían todos los portones y ventanas con el fin de que entraran todos los espíritus que lo desearan y participaran de la solemnidad de la fiesta, por esto mismo dejaban comida preparada en un espacio a ellos destinado, con la terminante prohibición de que nadie tocara, ni tomara esos alimentos, mientras durasen los festejos.
En Gales ésta comida recibía el nombre de "la comida para la embajada de los muertos" (bwyd cennad y meirv), en Bretaña era "la comida para la fiesta de los muertos" (boued gouel an Anaon).
Otra costumbre entre tribus celtas consistía en atribuir a ciertos personajes de la tribu, normalmente los más empobrecidos, el papel simbólico de embajadores de los muertos, conocidos con el nombre de "cenhadon y meirv" estos individuos iban de hogar en hogar demandando la comida para los difuntos, que los anfitriones preparaban para la ocasión, recibían el nombre de "tortas de almas" o "pice rhanna"(Gales), las cuales comerían como representantes carnales de los parientes difuntos del anfitrión, en este caso, la comida de los muertos no era tabú, sino que al contrario se convertía en una manifestación de solidaridad, a la par que un fortalecimiento de la tribu.
Cuando llegó el cristianismo este ritual, no desapareció sino que sorprendentemente se fortaleció. Después de la cena, los celtas de antaño tiraban a la hoguera de Samhain ofrendas y objetos que simbolizaban los anhelos o padecimientos de las personas que querían que se cumplieran o sanaran. De esta hoguera principal se encendían teas con las que se prendían las hogueras caseras de la tribu. Con estas nuevas llamas se simbolizaban los proyectos y nuevas esperanzas para el ciclo próximo que pretendían renacer.
En Eire se anunciaba el inicio de la fiesta con diversos juegos y carreras en honor de Tlachtga, una arcaica diosa madre, que era la misma que dio nombre a la famosa Cailleach y a la Morrigan.
Así es que la Cailleach venía a presidir la Fiesta y celebraba el acontecimiento acoplándose a El Dagda, otra arcaica divinidad celta y Dios del Draidecth, fundador del druidismo, ambas divinidades representaban las primigenias fuerzas antiguas, responsables de la muerte y del renacimiento.
A pesar de la cristianización posterior de los celtas, estas celebraciones se mantuvieron, incorporándose a la nueva religión. Samhain se transformó en All Hallows o "Noche de Todos los Santos", popularmente conocida hoy día por Halloween. También en Inglaterra resucitó el viejo espíritu en la Fiesta denominada "Guy Fawkes", que se celebra por todo el país con fogatas y fuegos artificiales. Aquellos antiguos celtas que fabricaron el Calendario de Coligny, se refirieron a la fiesta de Samhain como Trinouxtion Samonii, lo que implica que la fiesta duraba 3 noches y ocurría en el mes de Samonios, que es el primer mes según este calendario.







Las mouras constructoras de megalitos:
Estudio comparativo del folklore gallego con el de
otras comunidades europeas
FERNANDO ALONSO ROMERO*
A Luis Monteagudo García
en todos los países europeos en los que se encuentran dólmenes y otros monumentos
megalíticos, se conserva un variado tesoro de leyendas y creencias sobre el origen
fantástico de estas antiguas construcciones. Uno de los aspectos que más sorprenden
todavía es el enorme tamaño de algunas de las piedras con las que se construyeron los
dólmenes o se levantaron los menhires. Aunque hoy sabemos cómo se construyeron y a
qué cultura pertenecían, sin embargo, en las leyendas se da una visión muy diferente sobre
sus orígenes. Por ejemplo, en el folklore de Cornualles se cuenta que los levantaron los
gigantes o que fueron obra del diablo, y en el de Galicia se atribuye su construcción a unos
seres femeninos muy parecidos a los que encontramos en otras zonas de Europa. Podemos
pensar que esos relatos fantásticos nacieron después de la desaparición del pueblo que los
construyó; es decir, en una época en la que ya se había olvidado cual era su función. A
partir de ese momento, los campesinos que vivían en sus cercanías empezaron a interesarse
por el origen y significado de tan extrañas construcciones. Las enormes piedras de los
dólmenes y de los menhires sólo podían ser obra de seres con gran fuerza física, de perso-
najes sobrenaturales capaces de levantar y de transportar grandes pesos. Y así es como
debieron de nacer las leyendas que atribuyen a las mouras y a otras figuras míticas el origen
de dichos monumentos. Ahora bien, ¿por qué precisamente a esos seres imaginarios? Es
evidente que las leyendas no fueron creadas de la nada, ni tampoco se gestaron en la
imaginación de un escritor. Nacieron a partir de viejas creencias que se conservaban en la
tradición oral de los campesinos. Esas creencias venían de muy atrás, eran parte de la
cosmovisión que tenían los antepasados, que se fue transformando en relatos folklóricos
con el paso del tiempo y, sobre todo, con la aceptación de las doctrinas cristianas; produ-
ciéndose así un fenómeno de aculturación que ha llegado hasta nuestros días. Es difícil
averiguar sus orígenes, pero debieron de nacer en una época en la que tanto las Islas
Británicas, como Bretaña y el noroeste de España, pertenecían a un mismo tronco cultural,
que podría ser anterior a la civilización céltica, pero no posterior a ese pueblo, puesto que
la impronta romana en los países nórdicos, en los que se conservan esas leyendas, fue
prácticamente nula. Con este razonamiento podemos explicarnos las semejanzas que se
advierten no sólo en los argumentos de las leyendas, sino hasta incluso en las descripcio-

En las leyendas que todavía se contaban en Galicia hasta hace muy pocos años, se
mantenía vivo el recuerdo de los seres sobrenaturales que construyeron los dólmenes. En
ellas hay datos valiosos que podemos contrastar con las fuentes escritas e incluso con la
arqueología, y ver así con más claridad su relación con otras leyendas europeas y con ese
tronco común del que hablamos.
Estas leyendas se encuentran repartidas por diferentes puntos de la geografía gallega.
Así, por ejemplo, el túmulo dolménico de Arca de Ogas (Vimianzo, La Coruña) lo hizo una
vieja que iba hilando con su rueca (Taboada Chivite, J. 1980, 177). El de la Casa Vella de
Troiriz (Silleda, Pontevedra) se construyó con las piedras que llevaba una mujer en la
cabeza, mientras que en los brazos llevaba una rueca e iba hilando (Linares García, M 1990,
83). También la cubierta del dolmen llamado Casia da Arquela (Lugo) la forma una piedra
grande que la llevó hasta allí en la cabeza una moura joven y hermosa (Vázquez Seijas, M.
1941, 45). El dolmen denominado la Casa da Moura, en Queguas (La Montaña. Entrimo,
Orense), fue construido por una moura en la noche de San Juan, llevando las piedras en la
cabeza y sin dejar de hilar al mismo tiempo con siete husos (De Castro García, L. 1968, 226)
.En la parroquia de Cabaleiros del ayuntamiento de Tordoia (Coruña) se encuentra el dol-
men conocido popularmente como Casa da Moura. Según la leyenda fue construido por
una moura que llevaba las piedras sobre su cabeza mientras iba tejiendo con sus manos un
vestido (Laredo Verdejo, 1984, 62. A Fornela, 1996, 45). Este curioso personaje femenino
que construyó los monumentos megalíticos con las piedras que transportaba en la cabeza
mientras iba hilando, aparece también en otros lugares de España. Incluso en las dos
vertientes pirenaicas se les atribuye el calificativo de mora, que no se refiere precisamente
a las musulmanas, sino a seres que pertenecieron a un remoto pasado y que la mentalidad
popular dotó de características sobrenaturales (Amades, J. 1941, 120).
En Galicia a esas mouras y mouros se les considera tradicionalmente anteriores a los
romanos (Risco, V. 1927, 8). Este termino se utiliza con el mismo sentido que la palabra
muerto, es decir, un ser que ya no pertenece a la comunidad de los cristianos vivos.
Etimológicamente, según Millán González Pardo, tiene un origen muy significativo pues es
una palabra relacionada con el céltico *mrvos, afín, aunque diferente en la forma, con el
término indoeuropeo que produjo el latín mortuus (*mr-tuos) o el indio antiguo mrtáh o el
griego brotós (*mr-tós). De dicha base céltica, al igual que del mismo origen, deriva la
palabra irlandesa marb, la britónica marw, y la restituida del galo *marvos. De ella procede
también directamente la voz que utilizaron los celtas luso-gallegos: maruos = muerto (Millán
González-Pardo, 1990, 550). Ahora bien, el término muerto no tenía, como lo tiene para
nosotros, el significado de fin absoluto de algo vivo. La muerte era un tránsito, un paso de
un estado de existencia a otro, necesario para introducirse en el mundo de los antepasados
en el que se seguía viviendo. Ese mundo era, en cierta medida, análogo al de los vivos pero
dotado de todos los elementos que el hombre echaba en falta en su mundo terrenal; de ahí
su concepto de Paraíso o mundo de la Eterna Felicidad, Isla de la Juventud, etc. Los
muertos no dejaban de existir, simplemente se transformaban para seguir interviniendo en
el mundo de los vivos, haciéndose notar de diversas formas o adquiriendo distintos aspec-
tos para hacerse vivibles a los mortales. En muchas comarcas de Galicia pervive, con más o
menos intensidad, este viejo concepto del mundo de ultratumba paralelo al nuestro, con el
que los creyentes cristianos se relacionan a través de diversas manifestaciones de su
religiosidad tradicional llena de vestigios paganos. De manera que el muerto, no es tal, sino
un antepasado, un ancestro que vive permanentemente en nuestro recuerdo y que intervie-
ne en nuestras decisiones y comportamiento. Y el mouro y la moura son, igualmente, los
antepasados remotos, los desaparecidos hace mucho tiempo cuando aún no había llegado
el cristianismo. La iglesia, con su afán evangelizador, contribuyó a su manera a mantener
vivo el término mouro al confundirlo con los naturales del territorio de la antigua Mauritania,
que eran musulmanes y enemigos de sus doctrinas cristianas. Y el mouro con el significado
de musulmán pasó a ser un personaje del folklore; un habitante de castillos, cuevas y
ruinas del pasado en las que jamás había vivido un mahometano.
En el País Vasco existe el personaje imaginario llamado Mairi, es una moura que posee
gran fuerza física y que transportó en la cabeza mientras iba hilando las piedras del dolmen
de Gaxteenia, en Mendive, que también se conoce con el nombre de casa de Mairi.
(Barandiarán, J. M. 1984, 123). El dolmen conocido por la Casa encantada, que se encuentra
en los términos de Pinyana y Sarroca de Bellere, en el Flamisell, fue levantado por una bruja
que iba por el mundo con tres enormes piedras: una en la cabeza, otra bajo el brazo y la
tercera en el mandil; y además, sin dejar de hilar con la rueca y el huso. Cuando la gente la
veía tan cargada le ofrecía hospedaje, pero la bruja rehusaba con estas palabras: Casa mía,
cama mía. Cierto día empezó a subir la cuesta de un monte, y cuando llegó a la cima estaba
tan agotada que se cayó muerta, con lo cual se quedó debajo de las piedras que transpor-
taba, que quedaron colocadas en forma de dolmen. En Asturias y en Auvernia (Francia)
existen leyendas parecidas. En el concejo de Pola de Ayande (Asturias) está el dolmen
llamado Llastra da Filadora, que fue construido por una mujer que llevaba piedras sin dejar
de hilar con la rueca y el huso (Violant i Simorra, R. 1989, 525-526). El llamado Fus de la
Geganta es un menhir de Torralba d ́en Salort (Alayor, Menorca), cercano a un talayot; pero
su leyenda, recogida ya en el siglo XVI, habla de una giganta que llevaba sobre su cabeza
un gran recipiente con agua para efectuar un sacrifico en la taula, mientras iba hilando. El
menhir era su huso (Grinsell, L. V. 1984, 91). En Bretaña hay numerosas leyendas sobre
dólmenes que fueron construidos por hadas que llevaban las piedras en la cabeza o en el
delantal y que también iban hilando (Sébillón, P. 1985, 45). Las piedras del dolmen conocido
con el nombre de Roche aux Fées, en Essé‚ (al sureste de Rennes) fueron transportadas por
un hada en su mandil (Mohen, J.P.1990, 14). En la isla de Guernsey, en el Canal de la
Mancha, hay un menhir en Les Paysans, llamado La Longue Rocque, cuya leyenda relata
que era una gran piedra que llevaba en su mandil un hada vieja mientras iba tejiendo. Pero
las cintas de su mandil se rompieron con el peso y la roca se cayó al suelo. En Guernsey se
dice también que las hadas se pasan el tiempo hilando el lino que crece sobre los túmulos
dolménicos (De Garis, M. 1986, 159). Uno de los enterramientos megalíticos irlandeses más
conocidos es el dolmen de Slieve Gullion, en Armagh, fechado en III milenio y conocido
popularmente con el nombre de The Old Lady ́s House, o Cailleach Birrn ́s House, (la Casa
de la anciana Señora). Según la tradición, esta Anciana vino del norte, transportando en su
mandil grandes rocas que dejó caer al suelo, y con ellas se formó ese dolmen. Según Dames,
el mandil es una versión popular del vientre divino de una diosa madre (1992, 220). Este
razonamiento nos permite llamar la atención sobre el procedimiento tradicional que utilizan
los seres imaginarios femeninos para transportar piedras. Observamos en las leyendas
británicas que las piedras las transportan en el mandil o en cestos, mientras que las mouras
gallegas y las portuguesas las llevan sobre sus cabezas. ̈¿Quiere esto decir que nos encon-
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dejar por eso de hilar y de llevar un niño en brazos y una cesta de comida en la cabeza; al
menos, esto es lo que se cuenta sobre el origen del Penedo dos Mouros (en Teixugueiras,
Mezquita. Orense) (Risco, V. 1927, 43, 12). La llamada Pena Molexa (O Val, Narón, Ferrol) es
una roca enhiesta, probablemente una formación rocosa natural, cuyo aspecto de menhir
se atribuye a la obra de una vieja que la hizo con el dedo meñique (a fixo unha vella co dedo
meniño) (Pena Graña, A. 1991, I, 59). La Pena da Moura se encuentra a 400 metros al N. NW.
de la aldea de la Moruxosa, a 4 km. al SE. de Sobrado (La Coruña), y muy cercana a unos
túmulos dolménicos. Según la leyenda, esa roca la llevaba una moura en la cabeza, al tiempo
que transportaba también una niña sobre los hombros e iba batiendo la leche que llevaba
en un cántaro. Pero la roca se le cayó, lastimó a la niña y rompió el cántaro. Entonces la
moura dejó la piedra en donde está aún en la actualidad, y dijo airada: "Ahí quedas pena
por romperme o cántaro e majuarme a nena" (Monteagudo, L. 1980). Estas mouras, además
de poseer gran fuerza física, son dueñas de grandes riquezas y a ellas se les atribuye
también el aspecto de determinadas formaciones rocosas con apariencia de sillas o asien-
tos, que se conocen con el nombre de Silla da Moura, tanto en Galicia como en Portugal
(Veiga de Oliveira, E. et al. 1978, 188).
Muchos monumentos megalíticos están relacionados con tradiciones paganas que el
cristianismo intentó suprimir: como determinados ritos de fertilidad y prácticas de curación,
algunas de las cuales aún se continúan efectuando. Uno de los procedimientos que utilizó
la Iglesia para acabar con esas prácticas fue cristianizar las leyendas, atribuyendo al Diablo
o a las brujas la construcción de determinados megalitos y también las formaciones natura-
les de rocas a las que se rendía algún tipo de culto pagano. Las divinidades femeninas, que
advertimos tras esos personajes de Viejas, de mouras y de hadas, se convirtieron, en
muchos casos, bajo la influencia del Cristianismo, en brujas repulsivas; con el fin de que el
pueblo rechazara así cualquier lugar u objeto relacionado con ellas. Pero también, cuando
el arraigo de las creencias paganas era muy fuerte, lo que intentó la Iglesia fue adaptarlas a
su credo; y donde antes había una moura, se situó a una Santa o a una Virgen. Hasta
incluso algunas imágenes de la Virgen muestran la influencia de esa antigua divinidad
femenina. Así, en Póvoa de Varzim (Portugal) se sacaba en la procesión de Semana Santa
una imagen de la Virgen que llevaba en la mano una rueca e iba hilando (Veiga de Oliveira,
E. et al. 1978, 186). Algunos monumentos megalíticos fueron cristianizados con la construc-
ción de una capilla en sus cercanías (Campos Ferreira, 1985) o la colocación de un crucero
sobre alguna de sus piedras (Amades, J. 1941). Existe la creencia de que fue la Virgen de
Montetorán la que llevó por el aire, al tiempo que iba hilando, un gran peñasco granítico de
varias toneladas de peso y lo dejó en la cima del monte Cairo (Bamiro, Vimianzo. La Coruña)
(Lema Suarez, 1993, 101). El Penedo Gordo de Fumaces (Verín. Orense) lo trajo en la cabeza
la Virgen mientras iba hilando en la rueca (Taboada Chivite, J. 1980, 177). Estas creencias se
extienden también hasta el norte de la provincia de Salamanca; así, en las cercanías del
pueblo de la Peña (Vitigudino), hay una roca enorme de 41 metros de altura y 70 de diámetro
llamada Peña Gorda que, según la tradición del lugar, era una pequeña piedra que portaba
la Virgen y que en un determinado momento tiró al suelo. Al ir rodando adquirió el tamaño
enorme que tiene hoy en día. Un pastor de dicha localidad, llamado Lucio Criado, en
información personal me contó que la Virgen venía hilando con la rueca y el huso y que
llevaba una piedra en la cabeza. Se le cayó el huso y al ir a recogerlo se le cayó la piedra.
También se dice que santa Martina venció a un dragón que tenía su guarida precisamente
debajo de esa piedra. El mencionado pastor me contó que debajo de la Peña Gorda había un
becerro de oro, y que muchos vecinos habían intentado encontrarlo, pero todos fracasaron
en sus ilusionadas excavaciones clandestinas. En esa roca hay, además, dos huellas de pie
junto a dos cazoletas. Los campesinos dicen que son las pisadas de la Virgen (Benito del
Rey, L. et al. 1992, 87). A mi me contaron que hay tres cazoletas: una de la Virgen, otra de
Nuestro Señor y la tercera del Niño Jesús. Cuando estuve en el pueblo de la Peña con la
intención de recoger más información, me fue imposible escalar la Peña Gorda hasta su cima
debido a su pronunciada pendiente; por lo que no pude comprobar el número exacto de
cazoletas o pozas que dicen que tiene. Según otra leyenda local, cierto día mientras la
Virgen pastoreaba su hatillo de ovejas, se entretenía hilando con su rueca y cantando:
Hilando voy,
hilando vengo;
las mis ovejitas
en casa las tengo.
Al poco, viendo que algunas de las ovejas se apartaban del rebaño, la Virgen les tiró
una piedra, que comenzó a crecer y a crecer hasta que se convirtió en ese gigantesco
peñasco, al que el lunes después de Pascua suelen subirse los jóvenes de ambos sexos
para bailar y celebrar una merienda. Esta tradición festiva tiene todas las características de
ser la pervivencia de algún tipo de culto o de rito propiciatorio de la fertilidad (Morán
Bardón, P. C. 1950, 277). También me contó el pastor que se suben a la Peña en el mes de
mayo para coger unas pequeñas flores amarillas que llaman tijeritas. No he podido compro-
bar de qué flores se trata, ni qué virtudes les atribuyen. En otro lugar de la provincia de
Salamanca, en Aldearrubia, hay una elevación natural a la que los lugareños denominan el
teso Torrubio, delimitado por dos pequeños arroyos que discurren a sus lados, uniéndose
por delante del pequeño teso. Su construcción se atribuye a la obra de una vieja mora
hechicera. Según la leyenda de la zona, esa vieja mora cada vez que se sacudía sus medias
de lana se iba formando un montecito, y como entre sus pies llevaba siempre mucho polvo
y barro tardó muy poco tiempo en levantar ese llamativo teso (González, L. 1995). En el
noroeste de Alemania también se conocen leyendas sobre las rocas que se cayeron de los
zapatos de algún gigante cuando se sacudía las arenas de su calzado (Motz, L. 1982, 83,
n.26). En las leyendas de Pomerania hay gigantas que construyeron caminos y colinas con
la tierra que llevaban en sus delantales (Idem, 83, n. 18). Y en las del noroeste de Alemania
gigantas que transportaban piedras en su mandil (Idem, 82).
Otras veces es un Santo el que logra aniquilar los poderes de la divinidad pagana. Por
toda Europa se encuentran descripciones populares que reflejan el enfrentamiento de dos
religiones diferentes, que termina siempre con el triunfo del cristianismo. En Noruega se
cuenta que San Olaf iba un día navegando por delante de la costa de Horns Herred, y una
giganta que vivía allí le gritó: "San Olaf, el de la barba roja, te estás acercando demasiado a
los muros de mi mansión". San Olaf montó en cólera, pero no se desvió de su rumbo, sino
que enfilando la nave hacia el promontorio en el que vivía la giganta, le dijo: "Escúchame,
Tu que portas la rueca y el huso, té quedarás en donde estás, transformada en una piedra".
Y desde entonces se quedó convertida en una gran roca con forma de rueca y huso, que
aún se puede contemplar en lo alto de un acantilado (Morvan, F. 1980, 81).
La rueca es un símbolo específico del trabajo femenino. Su significado simbólico lo
encontramos en diferentes culturas europeas. Uno de los regalos tradicionales que hacían
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los romanos a las novias era la rueca. Esta tradición se mantuvo en el norte de Portugal y en
Bretaña hasta hace muy pocos años. En Bretaña se llevaba en el cortejo nupcial una rueca
adornada con cintas, era el símbolo por excelencia del trabajo femenino, de abundancia y de
fecundidad (Veiga de Oliveira, E. et al. 1978, 185).
Esta bruja, hada, moura, anciana o giganta que posee poderes sobrenaturales para
levantar grandes piedras y que en algunas leyendas aparece cristianizada bajo la figura de
la Virgen, es una divinidad femenina, diosa de la fertilidad de la tierra, descendiente de una
Diosa-Madre, señora de la muerte y de la fecundidad que dominaba en el Mediterráneo
durante la época pre-helénica (Ferreira de Almeida, C.A. 1974, 24). Sin embargo, ni en la
Europa central, ni en Escandinavia se han encontrado imágenes neolíticas de la Diosa
Madre, lo que hace sospechar que el culto a la Magna Mater no debió de ser muy importan-
te en esos países al norte del Danubio, en los que predominaba un paternalismo derivado
del culto a un dios del cielo. Mientras que en las primeras comunidades neolíticas del sur y
del sureste de Europa imperaba el matriarcalismo (Salo, Unto, 1990, 142). Esa antigua Mag-
na Mater aparece incluso en el País Vasco en la figura de la diosa Mari, ser mítico que vive
en las montañas y que controla los rayos y la lluvia. De ella depende la fertilidad de la tierra
(Aranzadi, J. 1981, 2). Según el folklore vasco, a la diosa Mari se la ve a veces a la entrada
de las cuevas, hilando y devanando su ovillo de oro (Ortiz-Os‚s, A. et al. 1980, 55). Los
vecinos del lugar de Castro (San Miguel de Castro. A Estrada) contaban que la madrugada
del día de San Juan se veía a una vieja hilando con hilos de oro a la orilla del río Ulla
(Aparicio Casado, B. 1999, 218). El nombre de esta diosa Mari tiene un parecido lingüístico
muy significativo con la moura llamada Mairi que construye dólmenes. El dolmen de Mendive,
que cité más arriba, fue construido por Mairi, que transportó las piedras sobre su cabeza
mientras traía sus manos ocupadas en hilar. Este tipo de leyenda se halla extendido en gran
parte del País Vasco. Los vascos utilizan la palabra mairu asociada también a otros nombres
como mairi, maru, moro, para referirse a tipos de hombres de otro tiempo, no cristianos, es
decir, paganos (Barandiaran, J. M. 1984, 123-125). Hay que tener en cuenta que la mitología
vasca está formada sobre una estructura matriarcal-naturalista en torno a la figura de una
diosa madre llamada Mari, que es una divinidad pre-indoeuropea (Hornilla, T. 1994, 57). La
pervivencia de una Diosa Madre pre-indoeuropea se ve también en las numerosas escultu-
ras en las que aparecen mujeres sentadas con frutos de la tierra o niños en sus rodillas. Son
las llamadas Matres y su culto se atestigua por toda la Europa céltica incluida, evidente-
mente, Gallaecia en donde aparecen tanto en la epigrafía como en esculturas, con nombres
harto significativos: Matres Galaicas, Matres Brigaecas, etc. (García Fernández-Abalat, B.
1993, 54). Varios aspectos de la personalidad de la moura o Vieja gallega, que vemos en
algunas descripciones populares, son propios de una divinidad de la naturaleza. Además
de su actividad como hilandera, amamanta niños y lleva cestas de comida en la cabeza. Y
todo esto lo realiza al mismo tiempo que transporta grandes piedras para transformar el
paisaje.
En el folklore europeo y en la antigua literatura irlandesa hay varias descripciones de
seres imaginarios femeninos que pueden controlar las fuerzas de la naturaleza y la prospe-
ridad de la tierra. Aparecen relacionados con los árboles y las corrientes de agua pero,
sobre todo, con las montañas. A la diosa irlandesa Anu se la llama Madre de los Dioses en
el Glosario de Cormac, escrito alrededor del año 900, y se la relaciona con la tierra y con la
fertilidad. En algunas versiones aparece como diosa del Otro Mundo y su palacio está en el
interior de una colina. Por ejemplo, en Cnoc Aine, un monte de la parroquia de Teelin
(Donegal) se dice que tiene su mansión y que se pasa el tiempo "hilando los rayos del sol
y tejiendo un paño con hilos de oro" (Ohogain, D. 1990, 21). Hasta la fecha, la representa-
ción gráfica más antigua que se conoce de una divinidad hilandera aparece en un colgante
de oro del siglo VI d. de C. que se encontró en el sur de Alemania. En su interior hay una
figura femenina que parece llevar en las manos una devanadera y una especie de huso
(Enright, 1990). Dicho colgante es del tipo conocido con el nombre de "aureae bracteae",
pequeños adornos de oro y de plata que se fabricaron en Escandinavia entre los siglos V y
VII imitando los medallones romanos. En Kent (Inglaterra) también se hicieron algunos
"bracteates" en el siglo VI d. de C. para los escandinavos que se habían establecido en sus
costas. Se conservan unos trescientos ejemplares y la mayoría tienen el tamaño de una
moneda de 500 pesetas. Probablemente se utilizaban como amuletos pues aparecen sobre
todo en tumbas de mujeres (Davidson, H. E. 1993, 40). Esa divinidad hilandera era la Diosa-
Madre, la que hila la trama de la vida, hila los rayos del sol, del cual depende el destino de
los hombres. Esos instrumentos que lleva en la mano para tejer son nada más que los
símbolos de su categoría. "Son varias las Madres-diosas que tienen como emblemas rueca
y huso, y aún aparecen éstas en deidades relacionadas con ellas, aunque de muy menor
categoría. En Asturias, las xanas, hijas suyas, -hijas de las Madres-diosas, hilan sin tregua
también. Y ellas hilan la vida, no la lana, lo que vale decir que hilan el tiempo" (Cabal, C.
1958, 82). Y en las creencias clásicas existe la figura de Cloto, la Moira o Parca, que hila los
destinos de los hombres. También otros personajes femeninos imaginarios del folklore
europeo, como las mouras, las xanas asturianas (Ibero, J. 1945, 611) y algunas "fairies"
británicas, se pasan el tiempo hilando porque han adquirido los emblemas de la divinidad
femenina de la que proceden. Como dijo Murguía: "De antiguo la meiga era vieja y era sabia,
y por lo tanto maga. Bajo este doble concepto se las halla unidas a las leyendas de los
dólmenes, levantados, por lo general, por «un-ha vella fiando na roca», circunstancia
singular que de por sí sola contribuiría, si otras razones no hubiera, a dar a dichos monu-
mentos entero carácter funerario, pues aquí la vieja que hila y levanta el dolmen es una
verdadera parca" (Murguía, M. 1982, I, 223). El trabajo de las hilanderas siempre ha tenido
en la tradición indoeuropea un significado simbólico, relacionado con los vaticinios, el
destino y la guerra (Enright, M. J. 1990, 65).
En el folklore irlandés, así como en su antigua literatura, aparece la figura de una vieja,
o bruja, llamada Cailleach Bearra, la Vieja de Beare, en la cual se observan los atributos
propios de una diosa de la naturaleza. En la península de Dingle, en Irlanda, se recogió a
principios de siglo un cuento popular que habla también de una vieja, la Vieja de Dingle,
que tenía su Teach Mór o Gran Mansión en el extremo occidental de esa península; se decía
que era «la casa más occidental de Irlanda», que algunos investigadores la situaron en
Tivori (Hull, E. 1927, 226). Pero los relatos sobre la Vieja de Dingle parecen estar inspirados
en una versión anterior de la Cailleach Beara (Hyde, D. 1973, 183, 192). En otra leyenda de
Dingle se puede observar su relación con una triple diosa céltica en la que se resalta su
poder como creadora de un territorio. La leyenda cuenta que la Vieja de Dingle tenía dos
hermanas; también brujas como ella, una de las cuales vivía en la península de Dingle, y la
otra en la península de Iveragh, al sur de Dingle. La que vivía en Dingle decidió en cierta
ocasión regalarle una isla a su hermana la Vieja. Para conseguirla, se le ocurrió atar una
cuerda a una isla de Iveragh y empezó a arrastrarla para llevársela a su hermana. Pero la
cuerda no resistió la tensión y se rompió al mismo tiempo que la isla se fragmentaba en dos
partes, que constituyen lo que actualmente son las islas de Scariff y de Deenish, al suroeste
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de Iveragh (Ohógáin, 1990, 67). La Cailleach Beara es un personaje muy complejo pues en
las descripciones en las que aparece se la describe con diferentes personalidades y en
distintos contextos. Sintetizando, se puede decir que su origen lo determinó la creencia
indoeuropea en alguna diosa Madre, cuyos rasgos se advierten también en otros persona-
jes femeninos de los mitos celtas irlandeses. En el folklore moderno de Irlanda y de Escocia,
la Vieja de Beare posee connotaciones violentas y desagradables. En el folklore escocés
está relacionada con las fuerzas de la naturaleza, especialmente las tormentas y las tempes-
tades en el mar. Y es también la diosa protectora de los ciervos. Su residencia puede estar
en lo alto de una montaña, en un páramo desierto, en un acantilado o en un desolado islote
desde el que controla las olas del mar. En el folklore escocés se dice que la Vieja de Beare
procede de Noruega, y que desde ese país transportó por el aire grandes piedras y rocas en
un cesto que llevaba a su espalda. Con ellas formó las montañas, las costas y las islas de
Escocia (Hull, E. 1927, 247-248). Mientras que en el folklore irlandés a esta Vieja se la
relaciona principalmente con la península de Beare, en el suroeste de Irlanda, aunque por
toda la isla hay leyendas sobre dólmenes y megalitos que construyó la Vieja con las rocas
que transportaba en su delantal. En el folklore del sur de Armagh (Irlanda) se dice que la
Bruja de Beare vive encerrada bajo un gran túmulo en la cima del monte Slieve Gullion, al
que la gente conoce con el nombre de La Casa de Cálleach Bhéarra. En un lugar cercano hay
una formación rocosa a la que la gente del lugar denomina la Silla de la Vieja de Bhéarra
(MacNeill, M. 1962, 161). En el folklore de Meath (Irlanda) se cuenta que la Vieja llevaba en
su delantal grandes bloques de piedra que dejaba caer sobre las colinas para construir
dólmenes (Murphy, G. 1953, 84). Otros relatos la relacionan con la península de Beare y
dicen que su antiguo nombre era Boi (vaca). La figura de la vaca sobrenatural es muy
frecuente en las leyendas irlandesas y también en el norte de Europa. Aparece relacionada
con una Santa, una bruja o una diosa que protege a los animales. En realidad, es un símbolo
más de una diosa de la vida (Davidson, H. E. 1998, 30 y ss.). No existe duda alguna sobre su
relación con una divinidad de la naturaleza. Hay que tener en cuenta además que el suroes-
te de Irlanda está también en la tradición popular relacionado con el Otro Mundo y que, por
lo tanto, "la idea de una bruja anciana que vive en ese promontorio parece deberse a una
mezcla de su personalidad sombría con la de los aspectos negativos de una diosa de la
naturaleza. Su nombre, Boi, es un sinónimo de la palabra vaca, y en la antigua tradición
irlandesa se conservaba la creencia de que una vieja diosa-vaca vivía en la pequeña isla de
Inis Boi, frente a la península de Beare" (Ohógáin, D. 1990, 67). Lo cual apunta hacia un
origen muy remoto de esa divinidad a la que en las crónicas más antiguas se la denomina
vaca, animal muy probablemente relacionado con los atributos de la Diosa-Madre (Davidson,
H.E. 1993, 112). Krappe opina que la Vieja es una antigua diosa agraria anterior a la civiliza-
ción céltica y también una diosa de ultratumba, semejante a la Demeter griega, diosa de la
fertilidad y de la muerte. (Krappe, A. H. 1936, 302). Al estudiar todo el folklore que se
conserva sobre esta Vieja, O Crualaoich descubre varios rasgos de su personalidad, entre
los que destaco los siguientes:
l) Anciana bruja extraordinariamente longeva; así aparece en los relatos populares del
suroeste de Munster (Irlanda).
2) Creadora del entorno geográfico de un determinado territorio.
3) Diosa de los cereales. Como tal aparece en contextos agrícolas: la siembra, la siega y
la trilla; enseñando a los agricultores o desafiando a los segadores a participar en un
concurso de siega. Los relatos de este tipo se conservan sobre todo en el este de Galway
y en Clare (Irlanda) (O Crualaoich, G. 1988, 172). Sus principales atributos como reina de un
territorio, así como su longevidad, se reconocen en un poema del siglo IX titulado The
Lament of the Old Woman of Beare (Murphy, G. 1953), que está considerado como uno de
los mejores poemas irlandeses de la Edad Media. Varios autores coinciden en afirmar que
fue poco antes de la fecha de la aparición de este poema, cuando una antigua divinidad
indoeuropea conservada en la tradición popular con el nombre de la Anciana, fue transfor-
mada por el cristianismo en la figura de una monja, tal y como aparece en este poema; monja
que en su juventud había sido reina de un territorio y compañera de reyes. Su longevidad
es proverbial, pues tuvo tantos hijos y esposos que de ellos nacieron tribus enteras.
También pasó de la juventud a la vejez en siete ocasiones. MacCana resalta sobre todo las
múltiples facetas de este personaje femenino con atributos tan contradictorios, algunos
propios de los dioses celtas irlandeses relacionados con la soberanía de un territorio (1970,
94). En la figura de esta Vieja se aglutinan diferentes atributos que debió de adquirir en
varias etapas culturales. Sin embargo, en el folklore se la presenta con atributos propios
más bien de una Magna Mater relacionada con la fertilidad y también con los aspectos
negativos de la naturaleza (O Crualaoich, G. 1988, 161).
Hemos visto que en el folklore gallego y, en general, en todas las regiones del norte de
España en las que se encuentran monumentos megalíticos, hay leyendas muy parecidas
sobre la figura de una mujer con gran fuerza física que puede transportar los grandes
bloques graníticos con los que se construyeron los menhires y los dólmenes. Esto nos
lleva a pensar que también aquí en España se rindió culto a una antigua diosa celta o pre-
celta, la cual, con el paso del tiempo, dio lugar a la aparición de esas leyendas en las que se
habla de personajes femeninos imaginarios muy semejantes a los que observamos en el
folklore de otros países. El testimonio más antiguo que se conoce en Galicia sobre la figura
de esa Vieja fue recogido en el siglo XVI por un peregrino llamado Julián Iñiguez de Medrano,
que lo publicó en su obra Silva Curiosa, editada en París en 1583. Este personaje realizó un
viaje hasta Finisterre, porque en aquellos tiempos el camino tradicional de peregrinaje
hasta Santiago de Compostela no terminaba en esta ciudad, sino en el Cabo de Finisterre,
en la costa occidental de Galicia. Los peregrinos medievales iban hasta allí siguiendo el
camino de la Vía Láctea, tras la ruta del sol en su viaje hacia Occidente. Más allá del Cabo
Finisterre estaba el Infinito, el Paraíso de los cristianos o la Isla de la Eterna Felicidad en la
que creían los pueblos del área atlántica europea (Alonso Romero, F. 1993). Cuando dicho
peregrino iba caminando hacia la cima del Cabo de Finisterre, con el propósito de conocer
un antiguo enterramiento sobre el que había oído contar extrañas leyendas, le salió al paso
un pastor para aconsejarle que no continuara subiendo hasta las rocas de la cima: -"Guar-
daos, guardaos! -Santo Dios, hermano, y a donde ibades a perderos? Non sabedes que
dentro de aquellas peñas y cachopos (troncos secos) está fechado o corpo maldito de la
encantadora Orcabella, y que nunca jamás home ni muller lo vido que non seja morto antes
del año? "El peregrino le pidió al pastor que le contara todo lo que sabía sobre Orcabella".
"Fue" -respondió el pastor- "una mujer bárbara, vieja y fea que llegó a Galicia en tiempo de
las guerras con los moros y paganos. Gran encantadora y experta en artes mágicas perse-
guía cruelmente a todo viviente, con tal de mirarle a los ojos lo exterminaba o con tocarle
con su mano. Se hacía invisible cuando quería, robaba y comía cuantos niños se le antoja-
ban. Vivió 176 años. Dejó la mitad del reino despoblado. Cuando se cansó de vivir se retiró
a aquellas peñas, en una de ellas excavó una tumba, y con la ayuda de un pastor que ella
tenía preso y encantado, ella levantó una gran lápida para cubrir el sepulcro, y la puso
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encima de él, emparejada de lado a lado; después ella se despojó, y abrazando al triste
pastor en remuneración de los servicios que le había hecho, lo echó y encerró dentro del
sepulcro, sin que las fuerzas del pobre fuesen bastantes para defenderse de esta enemiga
de natura, la cual, dejando sus vestidos fuera, se metió dentro de esta cama mortal, y
sirviéndose de colchón del desventurado pastor, se acostó encima de él, y con un ingenio
o gancho de palo que ella tenía, hizo caer sobre la tumba la lápida grande y pesada, y dentro
de tres días (como el pastor sepultado dijo) dio el ánima a quien mandada la tenía. El
desventurado pastor daba tan grandes voces y gritos, que los pastores que en desierto
estaban, corrieron a donde oyeron las voces, y entrando por el agujero de las peñas,
queriéndolo sacar del peligro en que estaba, quedaron muy atajados y espantados porque
vieron que el sepulcro estaba todo rodeado y cubierto de culebras y serpientes; y así,
volviendo atrás, hablaron un grandísimo rato con el encantado pastor; y después de haber
entendido de él la triste historia, le dejaron así encerrado en el sepulcro, donde acabó sus
días malogrados el pobre desdichado". (Pensado, J. L. 1985, 218, 219).
Al analizar la figura de esta Vieja de Finisterre, lo primero que observamos es que el
primer elemento de su nombre: "Orca", significa en portugués dolmen y es sinónimo del
gallego "arca" con el mismo significado. La "Orca vella" aludía a un dolmen viejo o arca
vieja (Pensado, J. L. 1985, 220). Pero, además, se produjo el fenómeno lingüístico de la
elisión de la preposición de en el sintagma Orcabella; que era en sus orígenes "Orca da
Vella", es decir, el dolmen de la Vieja. Con esta denominación se hacía referencia a un
antiguo enterramiento megalítico que existía en lo alto del promontorio de Finisterre, y en el
que un médico e historiador de esa villa, llamado Esmorís Recamán, encontró un puñal de
la Edad del Bronce Antiguo (Monteagudo L. 1995). Trillo dice que dicho dolmen se encuen-
tra actualmente dentro de un recinto privado que pertenece a la Compañía Telefónica, y al
que no está autorizada la entrada (Trillo Trillo, B. 1982, 62). La construcción de este dolmen
en la cumbre del cabo Finisterre debió de estar sin duda condicionada por el significado
simbólico que tenía este extremo del mundo. Era el lugar de la tierra más cercano a ese mítico
paraíso situado en Occidente, al final de la ruta del sol, perdido entre las brumas del mar y
cuyos ecos perviven en los mitos de los pueblos célticos. Sin embargo, en los tiempos en
los que surgió la leyenda de Orcabella, el pueblo que vivía en Finisterre ya no construía
dólmenes, ni enterraba a sus muertos en ellos. Pero en torno a esas construcciones existía
un temor reverencial, motivado no sólo por las leyendas que habían surgido sobre ellos,
sino también por las creencias que la Iglesia se había encargado de divulgar para intentar
acabar con determinadas prácticas paganas que se realizaban en los enterramientos
megalíticos. Prácticas que tenían como fin propiciar la fertilidad humana. En el siglo XVI
Orcabella es ya una metonimia del Arca da Vella, un nombre compuesto a partir de un
enterramiento con el que se la relacionaba. Sin embargo, Orcabella continúa conservando
sus ancestrales atributos; los mismos que hemos visto en otros testimonios legendarios,
aunque aquí esta mítica Vieja aparece descrita con más detalles. Hasta incluso, como en
Irlanda, domina un territorio, y su poder es tan grande que puede destruir vidas humanas
cuando le place sólo con el poder de su mirada o con el contacto de su mano. También
puede, como la ancestral diosa Mari de los vascos hacerse invisible. Y, a pesar de su edad,
posee un exagerado apetito sexual. Todos estos rasgos son propios de una divinidad de la
naturaleza relacionada con la fertilidad y con la muerte. Además, su desmesurado apetito
sexual es un aspecto característico de las divinidades femeninas de los celtas, así como sus
poderes para hacerse invisibles, transformarse en brujas o en animales. "La diosa céltica
más común era a la vez madre, guerrera, bruja, virgen, proveedora de fertilidad, dotada de
un fuerte apetito sexual que la impulsaba a buscar pareja tanto en seres mortales como en
dioses, germen de la prosperidad del territorio, protectora de los rebaños y manadas. Más
permanente y más arcaica que los dioses, se mantuvo ligada al territorio del que era respon-
sable, cuyos rasgos naturales más notables eran contemplados por sus devotos como
manifestaciones de su poder y de su personalidad" (Ross, A. 1968, 204, 233). Pensado
opina que la Iglesia debió de jugar un papel muy importante en la aparición de la leyenda de
Orcabella, que en ella se mezclaron elementos folklóricos con prohibiciones orientadas a la
persecución de un rito de fecundidad pagano. "Los elementos esenciales del rito están
desvirtuados, con todo están patentes, el sepulcro y el yacer juntos Orcabella y el pastor..."
Pero el sepulcro está cargado de prohibiciones: culebras y serpientes devoran al que se
acerca al dolmen y muere antes de un año el que se atreve a entrar en él (Pensado, J. L. 1985,
220).
Para nuestros remotos antepasados los conceptos de vida y muerte estaban íntima-
mente relacionados. Así se explica el que a las divinidades del Otro Mundo se le atribuye-
ran características propias de las diosas de la vida. De la voluntad de esas divinidades
dependían los dos grandes misterios de la vida humana: la fertilidad y la muerte. Toda la
vida del hombre era un continuo caminar hacia la muerte, condición necesaria para que los
seres humanos pudieran entrar en el Otro Mundo del que hablaban sus creencias, que se
centraban principalmente en los enterramientos porque estos eran la vía más directa de
comunicación con las divinidades de ultratumba (Ross, A. 1968, 39). Según Pensado, el
antiguo rito de fecundidad que se debía de practicar en el dolmen de Orcabella, se continuó
efectuando después del siglo XVI en una capilla medieval, conocida con el nombre de
Ermita de San Guillermo, que se encuentra a muy poca distancia de dicho dolmen. Es
evidente que la Iglesia no logró terminar con esa práctica, pero al menos consiguió cristia-
nizarla, trasladándola al interior de una ermita bajo la protectora mirada del Santo (Pensado,
J. L. 1985, 220). Cuando el Padre Sarmiento visitó ese lugar en el año 1745, tuvo ocasión de
recoger un interesante testimonio etnográfico que nos describe esas viejas prácticas paga-
nas. Dice el Padre Sarmiento que allí había "una como pila o cama de piedra, en la cual se
echaban a dormir marido y mujer, que por estériles, recurrían al santo y a aquella ermita; y
allí delante del santo engendraban". (Sarmiento, (1745). Pensado, 1975, 79). Esta pila o cama
de piedra es en realidad un antiguo sarcófago, que aún se puede ver entre las ruinas de la
ermita. En 1980 tuve la oportunidad de recoger de labios de un paisano de Finisterre, la
noticia de que un conocido suyo había ido con su mujer a dormir en la ermita de San
Guillermo, y que después habían tenido el hijo deseado que hasta entonces no había
llegado. Lo cual no es nada sorprendente, pues estos ritos eran también práctica común en
otras zonas de Galicia y se mantuvieron hasta nuestros días en las comunidades campesi-
nas alejadas de la influencia de las ciudades (Carro Otero, J. et al. 1981). En Irlanda existen
también determinadas rocas que se conocen con el nombre de Camas de Santos. Suelen
tener cavidades o huecos en su superficie, y en ellas se acostaban en el siglo XIX los
matrimonios infecundos con la esperanza de concebir. El testimonio irlandés que se puede
comparar con la práctica de fertilidad que se efectuaba en Finisterre, es la "Cama" que hay
en Croagh Patrick, la montaña sagrada del condado de Mayo, hasta donde subían las
parejas con el fin de pasar la noche en ella (Bord, J. and C. 1982, 38).
Finalmente observamos que Orcabella, a pesar de su condición sobrehumana, se cansa
de vivir y decide poner fin a su larga vida. En el folklore escocés se cuenta que la Cailleach,
FERNANDO ALONSO ROMERO
LAS MOURAS CONSTRUCTORAS DE MEGALITOS: ESTUDIO COMPARATIVO...
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Anuario Brigantino 1998, nº 21
Anuario Brigantino 1998, nº 21
AGRADECIMIENTO
Quiero hacer constar aquí mi agradecimiento a X. M. Lema Suárez, que me contó la leyenda de la
Virgen de Montetorán. A Lucio Criado, pastor del pueblo de la Peña (Vitigudino. Salamanca) por la
información que me facilitó sobre la Peña Gorda. A Luis Monteagudo García por su generosa infor-
mación citada en este trabajo. Y a Alfredo Erias Martínez por sus animosos consejos para que
redactara este artículo, que en sus orígenes fue sólo una breve Comunicación que presenté‚ en el 10th
International Congress of Celtic Studies, celebrado en la Univerisdad de Edinburgo en 1995, bajo el
título de
The Cairn and Stones of a Galician Cailleach Bheara: A Comparative Study of Folklore in
the Northwest of Spain.
Por último, a la Dirección General de Universidades e Investigación de la
Consellería de Educación y Ordenación Universitaria de la Xunta de Galicia, que patrocina este
estudio enmarcado dentro del Proyecto de Investigación XUGA20406A97 denominado Estudio
etnográfico y filológico de tres Finisterres europeos: Penwith (Cornualles), Dingle (Irlanda) y Fisterra
(Galicia).
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LAS MOURAS CONSTRUCTORAS DE MEGALITOS: ESTUDIO COMPARATIVO...
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